Para conseguir que, en la última jornada de liga, tu equipo de fútbol se mantenga en Primera División, tendrás que:
1. Ir al estadio y esperar media hora en la taquilla para comprar una entrada.
2. Después, deberás abrirte paso entre miles de personas si quieres entrar.
3. Ya dentro, buscarás tu asiento durante otra media hora, y cuando te hayas acomodado, pasarás ochenta y cinco minutos sufriendo porque tu equipo está, matemáticamente, en Segunda.
3. Ya dentro, buscarás tu asiento durante otra media hora, y cuando te hayas acomodado, pasarás ochenta y cinco minutos sufriendo porque tu equipo está, matemáticamente, en Segunda.
4. Cinco minutos antes del final del encuentro, te levantarás cabizbaja y te irás del campo para no pillar un atasco impresionante, y para no ser testigo de la “tragedia” y la desilusión que se está a punto de vivir en el estadio… En tan poco tiempo, ya no va a cambiar el rumbo del partido... ni el del descenso.
5. Finalmente, cuando te hayas ido, ya desde fuera del campo, oirás gritar de alegría a una multitud de personas porque un jugador acaba de marcar el gol que permitirá a tu equipo seguir en Primera División. Y tú te lo habrás perdido... Y como no estarás dispuesta a volver a entrar, tendrás que conformarte con gritar y abrazar a tus amigos fuera del estadio para celebrar el gol...
5. Finalmente, cuando te hayas ido, ya desde fuera del campo, oirás gritar de alegría a una multitud de personas porque un jugador acaba de marcar el gol que permitirá a tu equipo seguir en Primera División. Y tú te lo habrás perdido... Y como no estarás dispuesta a volver a entrar, tendrás que conformarte con gritar y abrazar a tus amigos fuera del estadio para celebrar el gol...
Si antes nos vamos…
¿Lo véis? ¡Fácil y sencillo!
No comments:
Post a Comment