En clase de Géneros hemos tratado muy de cerca el tema de los 'sin techo'... Tan de cerca que me ha hecho reflexionar mucho.
En septiembre empecé a trabajar en Sarrià, un barrio "bien" de la zona alta de Barcelona. Cada tarde, cuando bajaba a la Avenida Diagonal para coger el tranvía para volver a casa, pasaba por delante de una Iglesia. Todos los días, en la puerta, siempre a la misma hora, las 8.30 de la tarde, había un hombre con un aspecto bastante desaliñado con un recipiente de cartón en la mano pidiendo limosna a las personas que salían de la Iglesia. Un poco más abajo, también me encontraba con una mujer, siempre de pie, muy peculiar: tanto en septiembre, cuando aún hacía calor, como en el frío enero, llevaba un sombrero de paja, una falda, una chaqueta y, a su lado, de pie y apoyado en la pared, un paraguas. Tenía en su mano una bandejita de esas que pasan en misa para que des "la voluntad"... A ella no le daban nunca nada...
Estas dos personas no fallaban, todos los días me los encontraba al volver de trabajar, pero algunos días también veía a un hombre que arrastraba un carrito de la compra muy roto. Siempre andaba rebuscando en los contenedores de basura.
No sé si estas personas tienen, o no, un techo bajo el que dormir o cobijarse. Pero cuando pasaba a su lado siempre pensaba lo mismo: "Todos tienen una historia...". Porque son personas y forman parte del mundo. Ahora ya no trabajo en Sarrià, y ya no les veo, ya no sé si siguen estando ahí... Nunca hablé con ellos...
Hace unas semanas tuve la suerte de entrevistar a un chico de 27 años de Ecuador. Lleva cinco años viviendo en Barcelona... en la boca de una parada de metro. Le entrevisté en un comedor social en un monasterio de Pedralbes, otra de las zonas más bienestantes de la ciudad. Me atendió amablemente y me explicó su historia: su vida en Ecuador, su vida en Barcelona, cómo es su día a día... Posiblemente, en su país no tenía una vida lujosa ni acomodada, pero vivía en casa con sus padres. Llegó a Barcelona para trabajar, y ahora no vive ni con sus padres ni en una casa. Como él me dijo, "la vida da muchas vueltas"...
Los 'sin techo' son personas, como tú que lees este blog, como yo... Con sus defectos, sus virtudes, sus problemas... como tú que lees este blog, como yo... Sin embargo, son tratados de una forma muy diferente, incluso hay gente que cree que puede tratarlos como quiera, porque nadie les echará en falta. A estos energúmenos, que parece ser que lo tienen todo menos corazón, les diría: "La vida da muchas vueltas...".
Me ha gustado mucho haber profundizado en el tema de los 'sin techo', y me ha hecho reflexionar. Parece que nunca nos puede tocar a nosotros convertirnos en una persona sin hogar, pero cualquiera puede serlo en un futuro...
- Andrea Bueno -
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